domingo, 27 de noviembre de 2011

Francisco José I

Francisco José I
Emperador de Austria y Rey de Hungría.Accedió al trono durante la revolución de 1848, lo que influyó decisivamente en la formación de su pensamiento conservador y antidemocrático. Opuesto a las demandas nacionalistas, su actitud cerrada promovió la extensión de los nacionalismos en su Imperio.
Su hijo Rodolfo se suicidó en 1889 y su mujer, Isabel de Baviera "Sissi", fue asesinada en 1898 por un anarquista italiano. Finalmente, su sobrino Francisco Fernando, archiduque de Austria y heredero al trono, fue asesinado en Sarajevo.
Ya muy mayor, permitió que los militares dirigieran la política imperial durante la guerra. Murió en 1916, dejando el trono en manos de su sobrino-nieto Carlos I, último monarca de la dinastía de los Habsburgo.

Imperio austrohúngaro (mapa)

Guillermo II de Alemania

Guillermo II de Alemania
Emperador de Alemania en 1888, destituyó a Bismarck en 1890 e inició una política internacional que buscaba convertir a Alemania en la potencia hegemónica (Weltpolitik).
En 1908 sufrió problemas mentales y, en adelante, su posición tuvo menor peso en la toma de decisiones en Berlín. No obstante, apoyó a Von Tirpitz en su política de rearme naval que llevó a Gran Bretaña a firmar la Entente Cordiale con Francia, y a su canciller Bethmann Hollweg cuando este animó a Austria-Hungría a responder duramente tras el asesinato del archiduque Francisco Fernando en Sarajevo.
Aunque teóricamente fue el Comandante en Jefe de los ejércitos alemanes durante la guerra, sus propuestas fueron cada vez menos oídas. El 9 de noviembre de 1918 abdicó y huyó a Holanda donde murió en 1941.

Otto von Bismarck

Otto von Bismarck
Político prusiano, artífice de la unidad alemana (Schoenhausen, Magdeburgo, 1815 - Friedrichsruh, 1898). Procedente de una familia noble prusiana, Bismarck vivió una juventud indisciplinada, autodidacta y llena de dudas religiosas y políticas. A partir de su matrimonio cambió radicalmente de vida, iniciando una carrera política marcada por el más severo conservadurismo. Efectivamente, como diputado del Parlamento prusiano desde 1847, destacó como adversario de las ideas liberales que por entonces avanzaban en toda Europa; la experiencia revolucionaria de 1848-51 le radicalizó en sus posturas reaccionarias, convirtiéndole para siempre en paradigma del autoritarismo y del militarismo prusiano.
En los años siguientes ocupó puestos diplomáticos en Frankfurt, San Petersburgo y París, conociendo de primera mano los asuntos internacionales. De esa época data la maduración de su ideario político nacionalista, a medio camino entre el constitucionalismo y las tradiciones germánicas; y su convicción de que el proyecto de unificación que albergaba para Alemania no debía basarse en la apelación a las masas, sino en el empleo inteligente de la diplomacia y de la fuerza militar. Tales ideas le convirtieron en modelo del político realista apartado de todo idealismo, sensibilidad o prejuicios morales.
Desde que el rey Guillermo I le nombró canciller (primer ministro) en 1862, puso en marcha su plan para imponer la hegemonía de Prusia sobre el conjunto de Alemania, como paso previo para una eventual unificación nacional. Empezó por reorganizar y reforzar el ejército prusiano, al que lanzaría a continuación a tres enfrentamientos bélicos, probablemente premeditados, en todos los cuales resultó vencedor: la Guerra de los Ducados (1864), una acción concertada con Austria para arrebatar a Dinamarca los territorios de habla alemana de Schleswig y Holstein; la Guerra Austro-Prusiana (1866), un artificioso conflicto provocado a raíz de los problemas de la administración conjunta de los ducados daneses y dirigida, en realidad, a eliminar la influencia de Austria sobre los asuntos alemanes; y la Guerra Franco-Prusiana (1870), provocada por un malentendido diplomático con la Francia de Napoleón III a propósito de la sucesión al vacante Trono de España, pero encaminada de hecho a anular a Francia en la política europea, a fin de que dejara de alentar el particularismo de los Estados alemanes del sur.
En cada una de aquellas guerras Prusia acrecentó su poderío y extendió su territorio: en 1867 ya fue capaz de unir a la mayor parte de los Estados independientes que subsistían en Alemania, formando la Confederación de la Alemania del Norte; en 1871, además de anexionarse las regiones francesas de Alsacia y Lorena, impuso la creación de un único Imperio Alemán bajo la corona de Guillermo I, del que sólo quedó excluida Austria.
La política interior de Bismarck se apoyó en un régimen de poder autoritario, a pesar de la apariencia constitucional y del sufragio universal destinado a neutralizar a las clases medias (Constitución federal de 1871). Inicialmente gobernó en coalición con los liberales, centrándose en contrarrestar la influencia de la Iglesia católica (Kulturkampf) y en favorecer los intereses de los grandes terratenientes mediante una política económica librecambista; en 1879 rompió con los liberales y se alió al partido católico (Zentrum), adoptando posturas proteccionistas que favorecieran el crecimiento industrial. En esa segunda época centró sus esfuerzos en frenar el movimiento obrero alemán, al que ilegalizó aprobando las Leyes Antisocialistas, al tiempo que intentaba atraerse a los trabajadores con la legislación social más avanzada del momento.
En política exterior, se mostró prudente para consolidar la unidad alemana recién conquistada: por un lado, forjó un entramado de alianzas diplomáticas (con Austria, Rusia e Italia) destinado a aislar a Francia en previsión de su posible revancha; por otro, mantuvo a Alemania apartada de la vorágine imperialista que por entonces arrastraba al resto de las potencias europeas. Fue precisamente esta precaución frente a la carrera colonial la que le enfrentó con el nuevo emperador, Guillermo II (1888), partidario de prolongar la ascensión de Alemania con la adquisición de un imperio ultramarino, asunto que provocó la caída de Bismarck en 1890.

Guillermo I de Alemania

Guillermo I de Alemania
(Berlín, 1797-id., 1888) Rey de Prusia (1861-1888) y emperador de Alemania (1871-1888). Segundo hijo de Federico Guillermo III de Prusia y de la reina Luisa, recibió formación militar desde su niñez. La ocupación francesa de su patria en 1806 le causó verdadera conmoción, de modo que al estallar la rebelión en Prusia Oriental seis años más tarde no dudó en participar en ella a pesar de su juventud.
En 1813, cuando su padre declaró la guerra a Francia, intervino en ella y colaboró en la reconstrucción de Prusia. Durante el reinado de su hermano Federico Guillermo IV actuó con dureza para sofocar la insurrección republicana de Baden de 1849, y al año siguiente mostró su disgusto ante la indecisión del monarca a la hora de unificar Alemania excluyendo a Austria, lo cual permitió que este país obligara a Prusia a la retirada de Olmütz.
La locura de su hermano en 1858 le dio la regencia y allanó el camino para su coronación en 1861. Partidario de una monarquía fuerte, emprendió inmediatamente una profunda reorganización del ejército con el objetivo de hacer realidad la realpolitik, el proyecto de unidad alemana. El Landtag, el parlamento bicameral, no aprobó las partidas presupuestarias necesarias para su financiación, pero Bismarck, su nuevo canciller, hizo caso omiso tanto del voto parlamentario como de las protestas de la oposición y llevó adelante los planes.
Después de la guerra de los Ducados (1864-1865), autorizó, no sin reparos, la guerra contra Austria, que fue derrotada en Sadowa. Tras la victoria militar, se anexionó los estados de Schleswig, Holstein, Hannover, Hesse electoral, Hesse-Nassau y Frankfurt, logró el apoyo de otros en el seno de la Confederación Alemana del Norte y firmó alianzas militares con los estados del sur.
Aun así, el rey no se mostró favorable a la idea de su primer ministro de provocar la guerra con Francia y consintió en retirar la candidatura al trono español de Leopoldo de Hohenzollern, propuesta que constituía el principal punto de tensión. Sin embargo, Bismarck, decidido a no cejar en sus propósitos, modificó los términos del telegrama real, ardid que ocasionó el estallido del conflicto franco-prusiano en 1870. Después de una fulgurante campaña, las tropas prusianas vencieron a las francesas en la decisiva batalla de Sedán y ocuparon París.
Eliminados los obstáculos externos, se consumó la unidad de Alemania bajo la hegemonía de Prusia y Guillermo I fue coronado emperador en Versalles el 18 de enero de 1871. Nació de este modo una gran potencia económica, en cuyo interior el monarca debió afrontar los avances del socialismo y la creciente radicalización de las masas obreras.
Apoyó a su canciller en la sanción de leyes sociales proteccionistas que tendían a debilitar la influencia de los socialistas, contra quienes se dictaron duras medidas represivas que no impidieron su crecimiento entre el electorado. Pronto también se vio enfrentado a la Iglesia Católica, a raíz de las leyes laicas y el kulturkampf que impulsaba Bismarck, hasta que logró de éste actitudes más moderadas.
En política exterior, advirtió el peligro que suponía el establecimiento de alianzas militares que consolidaban la paz armada en el continente y hacían de éste un verdadero polvorín. Sin embargo, la dinámica expansionista en la que había entrado Alemania de la mano de Bismarck le indujo a firmar, en 1872, la alianza de los tres emperadores, que al deshacerse siete años más tarde, cuando los intereses germanos y austríacos chocaron con los rusos en los Balcanes, fue sustituida por la Dúplice alianza Austroalemana, coalición a la que también se sumó Italia en 1882.

sábado, 26 de noviembre de 2011

Esquema tema 5. La dominación europea del mundo (1870-1914)

Esquema tema 5 HMC

lunes, 21 de noviembre de 2011

El ilusionista (ficha técnica)

  • TÍTULO: El ilusionista (The Illusionist)
  • AÑO: 2006
  • DURACIÓN: 110 min.
  • PAÍS: Estados Unidos
  • DIRECTOR: Neil Burger
  • GUIÓN: Neil Burger (Historia: Steven Millhauser)
  • MÚSICA: Philip Glass
  • FOTOGRAFÍA: Dick Pope
  • REPARTO: Edward Norton, Paul Giamatti, Jessical Biel, Rufus Sewell, Eddie Marsan, Jake Wood, Tom Fisher, Aaron Johnson, Eleanor Tomlinson.
  • PRODUCTORA: Yari Film Group / Bob Yari Productions / Contagious Entertainment / Michael London Productions / Stillking Films.
  • PREMIOS: 2006: Nominada al Oscar: Mejor fotografía.
  • GÉNERO: Intriga. Drama / Drama de época. Magia
  • SINOPSIS: En la Viena de 1900, el misterioso Eisenheim (Edward Norton) cautiva al público con sus espectáculos de magia e ilusionismo. Sus poderes sobrenaturales llegan a oídos del príncipe heredero Leopold (Rufus Sewell), un hombre escéptico que acude al espectáculo acompañado de su prometida, la bella y sofisticada Sophie (Jessica Biel). Sospechando un fraude por parte de Eisenheim, el príncipe encarga al perspicaz inspector de policía Uhl (Paul Giamatti) que lo vigile de cerca.
- Fuente: filmaffinity

domingo, 20 de noviembre de 2011

El hombre que pudo reinar (ficha técnica)

  • TÍTULO: El hombre que pudo reinar (The Man Who Would Be King)
  • AÑO: 1975
  • DURACIÓN: 129 min.
  • PAÍS: Estados Unidos
  • DIRECTOR: John Huston
  • GUIÓN: John Huston & Gladys Hill (Historia: Rudyard Kipling)
  • MÚSICA: Maurice Jarre
  • FOTOGRAFÍA: Oswald Morris
  • REPARTO: Sean Connery, Michael Caine, Christopher Plummer, Saeed Jaffrey, Doghmi Larbi, Shakira Caine, Karroom Ben Bouih, Jack May, Mohammed Shamsi, Albert Moses, Paul Antrim, Graham Acres.
  • PRODUCTORA: Columbia Pictures
  • PREMIOS: 1975: 4 nominaciones al Oscar: mejor guión adaptado, montaje, vestuario, dirección artística.
  • GÉNERO: Aventuras, siglo XX, amistad.
  • SINOPSIS: Danny Dravot y Peachy Carnehan son dos aventureros que viajan a la India en 1880 y sobreviven gracias al contrabando de armas y otras mercancías. Un día deciden hacer fortuna en el legendario reino de Kafiristán. Después de un durísimo viaje a través del Himalaya, alcanzan su meta justo a tiempo para hacer uso de su experiencia en el combate y salvar a un pueblo de sus asaltantes. Está inspirada en un relato de Kipling.
- Fuente: filmaffinity

Doctrina Monroe

La doctrina Monroe, sintetizada en la frase “América para los americanos”, fue elaborada por John Quincy Adams y atribuida a James Monroe en el año 1823. Dirigida principalmente a las potencias europeas con la intención de que los Estados Unidos no tolerarían ninguna interferencia o intromisión de las potencias europeas en América.
La frase toma su sentido dentro del proceso de imperialismo y colonialismo en el que se habían embarcado las potencias económicas de esos años. Se presentó como defensa de los procesos de independencia de los países sudamericanos. Sin embargo, se produjeron igualmente intervenciones europeas en asuntos americanos como por ejemplo la ocupación española de la República Dominicana entre 1861 y 1865, el bloqueo de barcos franceses a los puertos argentinos entre 1839 y 1840, el establecimiento de Inglaterra en la costa de la Mosquitia, en Nicaragua, y la ocupación de las Islas Malvinas por parte de Gran Bretaña en 1833.
La doctrina fue presentada por el presidente James Monroe durante su séptimo discurso al Congreso sobre el Estado de la Unión. Fue tomado inicialmente con dudas y posteriormente con entusiasmo. Fue un momento definitorio en la política exterior de los Estados Unidos. La doctrina fue concebida por sus autores, especialmente John Quincy Adams, como una proclamación de los Estados Unidos de su oposición al colonialismo, pero ha sido posteriormente reinterpretada de diversas maneras.
Al comienzo del siglo XX Estados Unidos afirmó su Doctrina del destino manifiesto y el presidente Theodore Roosevelt emitió el Corolario de 1904 (Corolario Roosevelt) afirmando que, si un país americano situado bajo la influencia de los EE.UU. amenazaba o ponía en peligro los derechos o propiedades de ciudadanos o empresas estadounidenses, el gobierno de EE.UU. estaba obligado a intervenir en los asuntos internos del país "desquiciado" para reordenarlo, restableciendo los derechos y el patrimonio de su ciudadanía y sus empresas. Este corolario supuso, en realidad, una carta blanca para la intervención de Estados Unidos en América Latina y el Caribe.

jueves, 17 de noviembre de 2011

La rebelión de los boxers

La rebelión de los boxers fue la expresión del descontento chino frente a las injerencias económicas y políticas de las potencias europeas, evidenciadas a través de las "guerras del opio" contra G. Bretaña (1839-1842 y 1856-1860) y contra Japón (1894-1895).
Los boxers (“boxeador”, “púgil”) constituían una sociedad secreta con connotaciones políticas, practicantes de artes marciales. Su objetivo era expulsar a los extranjeros de China. En 1899 emprendieron una campaña de terror por el norte del país que, inicialmente, se dirigió contra misioneros cristianos.
En 1900 estalló la rebelión en Pekín contra los extranjeros y las legaciones internacionales. La revuelta fue atajada por la acción militar combinada de diversas potencias: británica, francesa, japonesa, rusa, alemana y estadounidense.
La Corona China, en manos de la emperatriz Ci Xi, alentó encubiertamente a los rebeldes; la derrota puso en tela de juicio el papel ejercido por la dinastía manchú y precipitó su caída en 1911, siendo proclamada la República China.

La ocupación de Asia

viernes, 11 de noviembre de 2011

Tiempos modernos (película)

Tiempos modernos (ficha técnica)



  • TÍTULO: Tiempos modernos (Modern Times)
  • AÑO: 1936
  • DURACIÓN: 89 min.
  • PAÍS: Estados Unidos
  • DIRECTOR: Charles Chaplin
  • GUIÓN: Charles Chaplin
  • MÚSICA: Charles Chaplin
  • FOTOGRAFÍA: Rollie Totheroh & Ira Morgan (B&W)
  • REPARTO: Charles Chaplin, Paulette Goddard, Henry Bergman, Chester Conklin, Stanley Stanford, Hank Mann, Louis Natheaux, Allan García.
  • PRODUCTORA: United Artist
  • GÉNERO: Comedia, sátira, comedia romántica, drama social,cine mudo.
  • SINOPSIS: Extenuado por el frenético ritmo de la cadena de montaje, un obrero metalúrgico acaba perdiendo la razón. Después de recuperarse en un hospital, sale y es encarcelado por participar en una manifestación en la que se encontraba por casualidad. En la cárcel, también sin pretenderlo, ayuda a controlar un motín, gracias a lo cual queda en libertad. Una vez fuera, reemprende la lucha por la supervivencia en compañía de una joven huérfana a la que conoce en la calle.
- Fuente: filmaffinity

Evolución de la afiliación sindical obrera (en miles)

jueves, 10 de noviembre de 2011

Guía para la realización de comentarios de películas históricas

1. Identificación y presentación
  • Género cinematrográfico. ¿A qué género pertenece?
  • Director y actores principales. ¿Qué conoces de cada uno de ellos? ¿Cuál es su procedencia social y su adscripción ideológica? ¿Puedes citar otras películas suyas?
  • Guión. ¿En qué novela se basa la película? (Sólo cuando esté basada en una obra literaria).
2. Trama argumental y personajes
  • Idea-clave. Resume en una sola frase el tema de la película y sitúala en el espacio y en el tiempo.
  • Argumento. Alrededor de la idea central del filme, articula el resumen de la trama. Analiza los conflictos que se presentan y los sistemas de vida y de valores de los personajes.
  • Escenas. Selecciona las principales secuencias, resume su contenido y explica su intención.
  • Personajes. Identifica a los principales personajes individuales y colectivos, y caracteriza su ideología. Analiza las diversas actitudes de los protagonistas ante los conflictos.
3. Interpretación y contexto histórico
  • Problemática y contexto histórico. Explica la visión de los conflictos que ofrece la película y contrástala con la época, con su contexto histórico.
4. Conclusiones
  • Valoración personal. Reflexiona sobre lo que te ha aportado la visión del largometraje. ¿Crees que refleja la situación de la época y la reconstruye con fidelidad? ¿Encuentras elementos actuales en la película?

Esquema tema 4. El movimiento obrero (1789-1914)

Esquema tema 4 HMC

sábado, 5 de noviembre de 2011

La Segunda Internacional (1889-1916)

Fue fundada en 1889, en París. Su sede se estableció en Bruselas. Si la Primera Internacional había albergado en su seno -al menos en sus comienzos- una amplia gama de tendencias, la Segunda, una vez expulsados los anarquistas en 1893, adoptó una clara orientación socialista marxista.
La integraron una serie de partidos socialistas de distintas nacionalidades organizados en una federación.
Entre los objetivos fundamentales de la asociación destacó la búsqueda de una legislación que mejorara las condiciones de vida de los trabajadores (subsidios de desempleo, protección social, etc) y, de forma especial, el empeño en la instauración de la jornada de ocho horas.
Signos distintivos de la II Internacional fueron la institución de la jornada del Primero de Mayo como fiesta reivindicativa (Día Internacional del Trabajo), la del 8 de marzo (Día Internacional de la Mujer Trabajadora) y el famoso himno conocido como de la Internacional.
Entre los principales problemas a los que hubo de enfrentarse, destacó el de la controversia ideológica de dos grupos:
- El radical, compuesto por los marxistas ortodoxos, partidarios de una revolución como fórumula para destruir el capitalismo y cambiar la sociedad. Una de sus principales figuras fue Rosa Luxemburgo.
- El más moderado, de carácter reformista, denominado “revisionista”, pues discutía algunos puntos de la teoría marxista, como el de la lucha de clases o el materialismo histórico. Entre sus representantes destacó Eduard Bernstein, que preconizaba llegar al socialismo mediante una vía pacífica con la participación de los trabajadores en el juego parlamentario.
La Segunda Internacional recibió el golpe de gracia tras el estallido de la Primera Guerra Mundial, conflicto que fue incapaz de evitar.
La clase trabajadora, dividida entre los sentimientos patrióticos y el ideal de solidaridad internacional, optó por los primeros, se enroló en los ejércitos contendientes y abandonó la causa que inspiraba la organización.
No pudiendo resolver esa contradicción, en 1916 la Internacional agonizaba.
En 1917, a raíz del triunfo de la Revolución Rusa, se impusieron las tesis de aquellos que, como Lenin, el líder de los bolcheviques, abogaban por las tesis marxistas más radicales.
En 1919 se fundó una Tercera Internacional, la llamada “Komintern”, de carácter comunista, alejada, por tanto, de las tesis reformistas revisionistas y muy condicionada por los intereses de la URSS.

La Primera Internacional (1864-1876)

La Asociación Internacional de Trabajadores (AIT) o I Internacional Obrera, adoptó como sede la ciudad de Londres y estuvo integrada por partidos, sindicalistas, socialistas, anarquistas y asociaciones obreras de variado signo. El encargado de redactar sus estatutos fue Carlos Marx.
En 1868, a raíz de la incorporación de Bakunin, la AIT sufrió una polarización que condujo a enfrentamientos entre dos tendencias irreconciliables: por un lado, la anarquista (con Bakunin a la cabeza), por otro, la marxista, cuyo liderazgo intelectual ostentó Marx.
Episodio decisivo en la división del movimiento internacionalista lo constituyó el fracaso de la Comuna de París (1871), experiencia de carácter revolucionario que surgió tras la derrota de Sedán (1870) sufrida por las tropas francesas de Napoleón III frente a Prusia.
Como consecuencia, el Segundo Imperio Francés dejó de existir (el emperador abdicó), abriendose paso la III República. Durante los primeros meses de ésta, la agitación política y social hicieron estallar en París una revolución que condujo a la instauración de una Comuna obrera.  
Tras poco más de dos meses de autogestión, las autoridades republicanas, encabezadas por Thiers, reprimieron sangrientamente la primera tentativa de poner en práctica por vez primera una sociedad liderada por la clase trabajadora.
 El fiasco de la Comuna de París agravó los enfrentamientos en el seno de la Internacional. En el Congreso de La Haya (1872), los anarquistas fueron expulsados de la organización, que pasó a ser controlada por los marxistas hasta su disolución en 1876.
Las razones que llevaron a ese enfrentamiento pueden resumirse en las siguientes:

- Marx deseaba una organización estructurada en torno a una autoridad como forma de reforzar la eficacia de las decisiones adoptadas. Bakunin se oponía a cualquier control o jerarquía. Los anarquistas se definían a sí mismos como "socialistas antiautoritarios".

- Marx depositaba las esperanzas de revolución en una acción organizada y preparada de la clase trabajadora, especialmente de los obreros industriales. Bakunin apelaba al individualismo y la espontaneidad, al tiempo que otorgaba al campesinado un importante protagonismo revolucionario. De hecho, el anarquismo fue más fuerte en países de economía agraria, como Rusia o España, que en los industrializados.

- La dictadura del proletariado como vía transitoria a la sociedad comunista, una de las piezas fundamentales de la teoría marxista, era rechazada por Bakunin, al considerar que todo tipo de Estado, inclusive uno de trabajadores, constituía un peligro para las libertades individuales.

- La intervención de la clase trabajadora en el juego político por medio de la creación de partidos obreros, e incluso su colaboración con partidos de carácter burgués si éstos apoyasen los intereses del proletariado, fue rebatida por Bakunin, quien sostenía que los obreros sólo debían organizarse en torno a sindicatos y no intervenir jamás en política (parlamento, elecciones, etc), ya que ello acabaría por desvirtuar su fuerza revolucionaria.